Acabo de comprarme el iPhone X frente al iPhone Xr, y os contaré el porqué de mi decisión.
Hasta hace unas semanas, era el frustrado dueño de un iPhone 7 averiado. Este verano durante las vacaciones, mi iPhone 7 tuvo una de tantas aparatosas caídas, pero en esta ocasión la pantalla del dispositivo se estropeo por completo.
Después de estudiar las diferentes opciones de reparación, me decidí por arreglarla en un sitio no oficial. Las reparaciones oficiales son caras, y mi dispositivo tenía dos años de antigüedad, y “únicamente” quería alargar su vida útil un año más, a ser posible al mínimo precio.
Tras repararlo malamente, ya que el chasis del equipo también acabó tocado, y la pantalla nueva sobresalía del chasis del equipo, el móvil no volvió a ser el mismo. Se apagaba ocasionalmente, el táctil fallaba con frecuencia, y por último y más importante, el micrófono del dispositivo dejó de funcionar.
Tras comprobar en varios sitios que no había reparación posible, decidí comprar un nuevo iPhone.
Lo cierto es que hay muchas opciones elegibles, móviles de segunda mano, nuevos, nuevos de generaciones anteriores…
Después de ver el mercado, tenía claro que quería un iPhone de nuevo diseño y no estaba dispuesto a pagar 1159€ por el “nuevo” iPhone Xs, por lo tanto, mis únicas opciones eran el iPhone Xr y el iPhone X.
iPhone X y el iPhone XR: difícil decisión
El iPhone XR es un buen dispositivo, cuenta con una buena y gran pantalla de 6,1 pulgadas, eso sí, deja a un lado el OLED y acoge FULL HD, disminuyendo con ello la densidad de pixeles, y aumentando el tamaño del dispositivo. Siendo más grande, grueso y pesado que sus hermanos.
La cámara, aunque es buena y puede simular el modo retrato mediante software, ya no cuenta con la doble cámara del iPhone X, y no puede usar el modo retrato en objetos. Además de no disponer del doble zoom óptico.
Y, por último, no cuenta con la funcionalidad 3D Touch, que como todo lo anterior, estas “carencias” deben ser sopesadas por el comprador y valorar si son o no son importantes para él.
Lo cierto que, para mí, son carencias fácilmente asumibles, pero a un precio similar entre ambos dispositivos, creo que el iPhone X es mejor opción.
Como ventajas principales, cuenta con el nuevo chip Bionic A12 que lo hace más rápido, tiene más colores disponibles, y mayor autonomía, debido en parte a su menor resolución de pantalla, y un precio inferior.
Ventajas del iPhone X
El iPhone X por su parte, cuenta con una mejor pantalla, pues dispone de tecnología OLED, cuenta con 5,8 pulgadas, que para mí es el tamaño perfecto, y aunque ya estaba muy contento con el tamaño de mi iPhone 7, si aumentas el tamaño de la pantalla sin aumentar el tamaño del dispositivo, bienvenido sea.
El cuerpo del iPhone X es de cristal, muy elegante. Además, este tamaño reducido, sumado a los materiales usados, hace que sea muy cómodo a la mano.
Cuenta con una gran cámara trasera de doble lente, con la que puedes usar el modo retrato incluso en objetos. Y disponemos de zoom óptico.
La autonomía del dispositivo está muy lograda, llegando siempre, al menos en mi caso, al final del día con un margen del 10 al 15 por ciento, incluso los días de uso más intenso.
Y por último hablemos del precio. Ambos dispositivos son buenos, con ciertas ventajas de uno frente a otro según por donde los mires, pero a mi entender, si encuentras ambos dispositivos a precios similares, es mejor opción el iPhone X.
Yo compré el iPhone X nuevo a 859€, y estando el iPhone XR a 859€, no lo dudé, ahora incluso puedes encontrarlo más barato.
A día de hoy, si puedes mantener tu dispositivo, sea cual sea, un año más, te recomiendo que lo hagas, pues Apple debería hacer un gran cambio en el iPhone para el próximo año, como lo hizo cuando presentó el iPhone X el año pasado.
Los iPhone presentados este año no dejan de ser una versión S de sucedáneo, motivo por el cual tuvieron que quitar del mercado el iPhone X.