Ayer, el Tribunal Supremo de Estados Unidos escuchó los argumentos que Apple presentó ante la demanda de antimonopolio que le fue presente en relación a su tienda de aplicaciones, App Store.
Apple afirma que sus prácticas no son de monopolio, y argumenta que están al lado de los consumidores, y esta demanda “pone en peligro el floreciente campo del comercio electrónico”.
La empresa californiana cita una sentencia del Tribunal Supremo de 1977, como parte de su defensa:
Apple ha aprovechado un fallo del Tribunal Supremo 1977, que dice que las victimas indirectas de sufrir cargos excesivos, no tienen derecho a exigir el pago de ese cargo excesivo. Además, en ese caso, dejamos a los jueces libres de tener que hacer cálculos complejos de daños y perjuicios.
La App Store es acusada de monopolio
Por lo tanto, Apple argumenta que sólo está actuando como un intermediario entre los desarrolladores que venden sus aplicaciones a los consumidores a través de la App Store, y no son un distribuidor.
Dicha demanda fue presentada en 2011, y alega que Apple ha creado un monopolio con la App Store, y únicamente permite vender aplicación a través de su propia tienda, y cobrando unas comisiones excesivas por dicho derecho y servicio.
Originalmente, un tribunal federal en Oakland, California rechazó la demanda y dijo que los consumidores no eran compradores directos de Apple, sino de los desarrolladores.
El año pasado, el Tribunal de Circuito de Apelaciones 9º en San Francisco, revivió la demanda y dijo que Apple actúa como distribuidor, y vendedor directo de aplicaciones para los consumidores y usuarios de iPhone.
Un grupo empresarial de la Cámara de Comercio de EE.UU., escribió un escrito:
“El aumento en el riesgo y el costo de un litigio enfriarán la innovación, desalentaría el comercio y provocaría un daño a los desarrolladores, minoristas y consumidores por igual.»
El modelo de ventas de aplicaciones de Apple, ha sido criticado por las grandes empresas digitales como Amazon y Spotify.