El principal socio de fabricación de Apple, la compañía Foxconn, ha sido acusada de buscar únicamente mano de obra de empleados procedentes de China, para que trabajen en su nueva planta de en Wisconsin.
Foxconn supuestamente planea traer ingenieros chinos, para “suplir la falta de talento” que encuentra entre los trabajadores estadounidenses.
La reciente reducción de tamaño de la nave de fabricación, sumado a la falta de creación de empleo debido a la política de la empresa, está causando muchas controversias.
Sin embargo, la compañía se defiende de las acusaciones:
“Podemos decir que las afirmaciones de que estamos reclutando personal chino para nuestro proyecto en Wisconsin, son falsas”.
“Nuestra prioridad sigue siendo la contratación y formación de habitantes de Wisconsin, reclutando a trabajadores de otros lugares del país si fuese necesario”.
Foxconn llega a Estados Unidos con mal pie
La ciudad de Wisconsin, acabará por desembolsar un total de 3 millones de dólares en gastos de infraestructura de la propia planta de fabricación de Foxconn.
El presidente Donald Trump, asistió a la ceremonia de inauguración de la planta, pues lo considera una de sus hazañas políticas.
Foxconn prometió que su fábrica crearía 13.000 puestos de trabajo, y una inversión de más de 10 mil millones de dólares en gastos propios de la creación de la fábrica, pero los cambios pensados por la compañía reducirán considerablemente dicha cantidad de futuros puestos de trabajo.
Además, a ellos se suma, que los productos Apple seguirán viniendo de China, pues Foxconn se encarga del proceso de montaje y ensamblado de la mayoría de sus iPhone, y todo ello se hace en múltiples instalaciones ubicadas en China.
Si finalmente Foxconn no es capaz de usar mano de obra y talento estadounidense, la creación de la fábrica en suelo americano, habrá sido un completo fracaso para todos los involucrados.