El chip T2 de Apple: una máquina en edición de vídeo

Hace no mucho tiempo publicábamos un análisis de la renovación de hardware de los iMac de 2019. En él, concluimos que el iMac de 27 pulgadas con la mejor configuración de procesador podría suponer una gran alternativa al iMac Pro básico, puesto que por un precio inferior, provee al usuario con una potencia computacional muy similar.

Sin embargo, existe una gran diferencia entre los iMac lanzados este año y el iMac Pro. Como ocurre con el MacBook Pro y los otros portátiles, las versiones pro de los Mac llevan consigo el chip T2, un coprocesador diseñado por Apple al que macOS destina numerosas tareas, sobre todo relacionadas con la seguridad del dispositivo.

¿Influye el chip T2 en la potencia?

Desde AppleInsider nos han traído un test para comprobar cómo de importante es este coprocesador de Apple en tareas de edición de vídeo y ver si aporta una diferencia significativa. En AppleInsider han podido realizar este estudio porque, con el lanzamiento de los iMac de 2019, disponemos de dos ordenadores con el mismo procesador principal (el iMac de 21.5 pulgadas 4K y el Mac Mini más básico) pero que se diferencian en la inclusión del chip T2 (el iMac no lo trae, mientras que el Mac Mini sí lo hace).

Para su test, han utilizado Handbrake, un software de conversión de vídeo en 4K de AppleInsider, Intel QuickSync y VideoToolbox. No entraremos en detalle con los últimos dos, pero si queréis más información (incluida la configuración de la prueba), podéis ir al análisis original.

iPhone

Handbrake

Handbrake en un software libre que se puede utilizar para cambiar el formato de vídeo y audio. Por ejemplo, nos permite convertir el contenido de alta calidad (como el Blu-Ray HD) a formatos más compatibles o que ocupen menos espacio.

Además, también  es un gran transcoder que nos deja modificar una cantidad insana de especificaciones como la tasa de bits, la resolución, soporte para VFR y CFR y aplicar filtros. Incluye una gran variedad de preconfiguraciones para muchos dispositivos facilitando el trabajo a usuarios más noveles en el campo.

Resultados

Recordemos que estamos comparando la influencia del chip T2 en el Mac Mini con el i3-8100 respecto al iMac de 21.5 pulgadas de 2019, que también equipa el i3-8100, pero no el T2.

Como podéis ver en la figura que mostramos a continuación, existe una ganancia de alrededor del 45% del tiempo por parte del Mac Mini respecto al iMac. Sin embargo, dado que es posible que el disco duro equipado en el iMac fuese el cuello de botella en este experimento, las pruebas se realizaron exportando a un SSD con conexión USB 3.1 tipo C. De esta manera, se sabe a ciencia cierta que la diferencia de velocidad no está causada por el disco, sino por el chip T2 que Apple incluye en el Mac Mini.

En cuanto al uso o no de QuickSync, el test demuestra lo que el software pone sobre la mesa, ya que el mismo ordenador gana un 43% de tiempo al utilizarlo. Esto demuestra lo importante que es diseñar y escoger un buen software en función de la tarea a desarrollar.

De todas formas, es importante remarcar que hay un gran número de factores que influyen en la velocidad a la hora de estos test con vídeo. De hecho, la cantidad de núcleos de un procesador es un factor bastante clave. Tanto, que en los iMac Pro con configuraciones más altas es probable que la influencia del chip T2 tenga un impacto más bien negligible.

El mensaje final que os quiero dar es que es muy importante considerar el objetivo para el que vamos a adquirir un ordenador. Si editáis vídeo, quizá sea relevante considerar el chip T2, mientras que si vais a entrenar redes neuronales y a hacer análisis de datos, probablemente os importe más una gráfica de calidad.

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