Apple vuelve a tomar medidas ante una tragedia internacional, esta vez tras el dramático incendio que afectó a un gran complejo residencial en Tai Po, Hong Kong. El incendio, que se desató el miércoles pasado, se ha cobrado al menos 128 vidas y ha dejado más de 200 desaparecidos, convirtiéndose en el incendio más mortífero de la región en décadas.
Las reconstrucciones iniciales indican que las llamas fueron alimentadas por una red protectora inflamable utilizada durante las obras de renovación alrededor del edificio, un material que habría acelerado la propagación del incendio, convirtiendo la zona en una trampa mortal.
En un mensaje publicado en X, Tim Cook expresó su solidaridad con la población y confirmó que Apple contribuirá financieramente a las labores de socorro. Esta decisión forma parte de la larga tradición de Cupertino de apoyar a las comunidades afectadas por emergencias: el mes pasado, Cook anunció una donación a los residentes afectados por el huracán Melissa, y a comienzos de año, para apoyar las labores de rescate tras el terremoto en Myanmar y Tailandia.
El apoyo de Apple también se extiende a su programa interno Employee Giving, diseñado para alentar a los empleados a participar en iniciativas caritativas a través de donaciones y voluntariado.
Desde su creación hace 14 años, el programa de Donaciones de Empleados de Apple ha recaudado más de 880 millones de dólares para casi 44 000 organizaciones en todo el mundo. Esto incluye el trabajo de más de 76 000 empleados que han dedicado más de 2,1 millones de horas de voluntariado. Por cada hora de voluntariado o dólar que dona un empleado de Apple, Apple iguala la donación con una cantidad monetaria a la misma organización. Además de las actividades de voluntariado y las contribuciones realizadas a través del programa de Donaciones de Empleados, Apple también aporta millones de dólares a organizaciones sin ánimo de lucro mediante subvenciones corporativas.
