Acaba el año y hace un par de semanas miraba hacia atrás y observaba que uno de los temas que más me ha llamado la atención, dejando a un lado los dispositivos , ha sido la insistencia en el tema de «la era Post PC»
El debate es interesante: no solo en el mundo Apple, el resto de OS también están asistiendo a esta tendencia, aquí toca hablar del iPad.
Apple mueve ficha
Desde Cupertino claramente se nos esta dirigiendo hacia ese camino, la evolución de OS X MacOS es mínima si tenemos en cuenta el trabajo que se está realizando en iOS, de hecho, podríamos hablar de la iOSificación que se esta llevando en el software de nuestros Mac.
En un principio Apple buscaba la integración de iOS y OS X pero paulatinamente estamos asistiendo al desarrollo de soluciones en iOS que posteriormente trasladan al sistema de escritorio, los avances de las últimas versiones de OS X lo evidencian incluso con un un cambio de su denominación a MacOS, un ejercicio con el que romper con lo que conocíamos hasta ahora.
Los movimientos no solo quedan en el OS, el hardware esta siguiendo la misma dirección, Apple ha trabajado en el desarrollo del iPad, donde el Pro es el resultado, el punto de partida en este camino que no sabemos como acabará.
Apple lanzaba dos modelos de iPad Pro, 9,7 pulgadas y, estrenando tamaño, llegaba el hermano mayor de 12,9, este último es que el realmente va dirigido a esa transición que quiere hacernos olvidar el Mac.
El iPad Pro no llegaba solo, venía acompañado de una batería de accesorios que lo hacían realmente atractivo, el teclado-funda Smart Keyboard, el Apple Pencil, sus entrañas también estaban fortalecidas con un potente A9X, todo esto aderezado con una adaptación exclusiva de las principales aplicaciones.
Mi prueba de fuego
Bien, con todo esto sobre la mesa, mas todo lo que he leído en distintos medios, tocaba hacer la prueba y aprovechando los viajes que tenía que hacer, decidí dejar mi MacBook Air en casa y llevarme el iPad Air 2 con una funda-teclado de Logitech que compré a principios de verano con muy buena intención y nunca había llegado a utilizar.
No es un Pro, pero como experimento no creo que vaya a notar muchos cambios respecto a su homónimo de 9,7″.
Antes que nada, creo por lo que he tardado en hacerlo, queda claro que no soy muy partidario de esta tendencia Post PC, siempre he sido participe de esa misiva que dice que los Mac son para crear contenido y que los iPad para consumirlo, el iPad Air 2 solo lo he utilizado para eso, consultas y navegación.
Después de tres días , no se si será un tiempo lo suficientemente largo, ya me hago una idea y como el cualquier experiencia os voy a relatar mis lista de Pros y Contras.
Lo positivo
Comienzo por la primera sensación, el trasporte, por supuesto mucho mas ligero y ocupando menos y eso que mi equipo, como comentaba, es un Air, es obvio y claramente es uno de los argumentos para que la Era Post PC triunfe, los nuevos MacBook de 930 gramos luchan en esta batalla, aún así no llegan a los 723 del iPad Pro de 12,9″. A esto añadir que no tengo que llevar el Pack MacBook Air + iPad Air.
Su portabilidad no debería haber sido el primer punto positivo en la lista pero preparar la maleta y no tener que meter el MacBook y el cargador ha sido lo primero que me ha venido a la cabeza.
Prácticamente no tenido ninguna dificultad en desarrollar el trabajo que habitualmente hago con mi Mac, los problemas los dejo para la lista de «contras», todas las aplicaciones que utilizo en MacOS están disponibles en iOS, principalmente hago un uso ofimático, tratamiento de imágenes,nada especialmente fuera de lo común, las aplicaciones que no tenían su desarrollo en iOS tenían un equivalente de terceros.
Algo que siempre he detectado que me faltaba en el iPad era el Finder, un sistema para gestionar y visualizar el contenido, aquí encontré Documents, una app gratuita que cumplía a la perfección su cometido.
¿Para que quiero TrackPad o ratón si ya tengo una pantalla táctil? Este era uno de los mayores temores cuando veía el teclado, eliminas la necesidad de contar con un TrackPad y ratón, menos equipaje y bártulos.
Las dificultades
No todo ha sido un camino de rosas, el primer escalón a superar ha sido la gestión de archivos, adaptarme al entorno de iOS, problema que, como he comentado, superé con una aplicación.
Sin duda el tamaño del dispositivo ha sido el principal «pero», cierto que estoy comparando 9,7″ de un iPad y el teclado de la funda con el de un MacBook Air de 13″, me hubiese gustado probar el iPad Pro de 12,9″, cuando escribes un largo tiempo las manos duelen por la posición.
El resto de incidencias han venido acompañadas de relaciones de terceros, con las que hay que vivir, las dos relacionadas con contenidos, la dificultad de transferir rápidamente archivos a unidades externas, en unas ocasión me pidieron que le pasase una tabla Excel a un USB, lo cuál solucione enviándolo por mail y en otro caso cuando quise guardar un vídeo, lo hice con Dropbox, en ambos casos he tenido la necesidad de tener WiFi para realizar las acciones.
¿Y el iPhone que tiene que decir en todo esto?
Llama la atención el esfuerzo que se esta dedicando al iPad, un dispositivo que en cada presentación de resultados financieros pierde velocidad e incluso decrece, un movimiento contrario al del iPhone.
Sin duda el iPhone reúne todas las prestaciones del iPad incluso es mucho mas rápido ¿el problema? La pantalla, su tamaño no permite trabajar, ese es el gran obstáculo a superar, en casa no habría problemas con un teclado Bluetooth y un monitor, la calle, la portabilidad, aquí es donde no se como podría solucionarse , ¿una pantalla tonta similar a un iPad donde insertar tu iPhone.
Os invito a que hagáis la prueba, si tenéis un iPad probar unos días a trabajar con él, dejar el Mac a un lado, comentarme que os parece, yo todavía estoy en ello y cualquier ayuda en bienvenida.