Olvidaos del monitoreo de glucosa y presión arterial por ahora: el próximo sensor que llega al Apple Watch puede ser algo tan simple como rastrear tu temperatura corporal.
Aunque hemos escuchado sobre el trabajo de Apple en las áreas más avanzadas del monitoreo de la sangre y la frecuencia cardíaca desde hace un tiempo, resulta que la compañía también ha estado trabajando silenciosamente para permitir que su smartwatch mida la temperatura corporal de un usuario.
Este detalle se escapó a principios de esta semana en un informe de Bloomberg, y ahora una nueva solicitud de patente descubierta por AppleInsider revela que Apple ha estado trabajando en esta tecnología desde al menos 2019.
Para el modelo de este año, Apple ha probado bordes de pantalla más delgados y una nueva técnica de laminación que acerca la pantalla a la cubierta frontal. Es probable que el nuevo reloj sea ligeramente más grueso en general, pero no de una manera que sea perceptible para el usuario.
El modelo incluirá funcionalidad de banda ultraancha actualizada, la misma tecnología subyacente en el buscador de elementos Apple AirTag. En su conferencia de desarrolladores a principios de junio, Apple previsualizó la próxima actualización de software watchOS 8 que permitirá al dispositivo desbloquear puertas y habitaciones de hotel.
Monitoreo constante de la temperatura
Como la mayoría de las tecnologías de salud de Apple, lo más crítico en los sensores del Apple Watch es obtener mediciones precisas. Si bien los termómetros son comunes, hay una diferencia entre un dispositivo que está diseñado para tomar una medición rápida de la temperatura en el momento y algo que usas en tu muñeca todo el día.
El Apple Watch no solo tiene que asegurarse de que puede obtener una lectura precisa de su temperatura corporal desde la parte superior de su muñeca, sino que también tiene que evitar ser desechado por otros factores ambientales, como la luz solar directa, la humedad y los factores de viento.
La solicitud de patente discutió dos posibles métodos para construir el sensor, que parecen diferir solo en dónde se colocaría el sensor en el Apple Watch.
Una descripción habla de sensores táctiles que vivirían en la superficie del Apple Watch y estarían en contacto directo con la piel del usuario.
El segundo conjunto de descripciones conceptualiza sensores de temperatura «sin contacto» que se integrarían en el Apple Watch.
En cualquier caso, el objetivo sería proporcionar un monitoreo constante de la temperatura, en lugar de simplemente permitir a los usuarios obtener instantáneas de su temperatura corporal bajo demanda.
No es difícil ver cómo esta podría ser una métrica de salud extremadamente útil para el uso diario. El Apple Watch podría, por ejemplo, detectar la aparición temprana de fiebre o condición hipotérmica, alertando al usuario para que busque atención médica.
Cambio de diseño del Apple Watch
Otro de los rumores que afectan al Apple Watch de próxima generación, sugiere que adoptaría el mismo estilo de borde plano que el iPhone 12 y los modelos recientes del iPad Pro. También insinuaron que incluso podría estar disponible en nuevos colores que coincidan con los acabados de AirPods Max y iPad Air.
El reputado analista Ming-Chi Kuo hizo una predicción similar de un «cambio significativo en el diseño del factor de forma», el otoño pasado, aunque no explicó en ese momento exactamente cómo sería el nuevo diseño.
Según Mark Gurman, podemos esperar «un procesador más rápido, una conectividad inalámbrica mejorada y una pantalla actualizada»
Si las fuentes de Gurman son correctas, este año podría marcar el comienzo de una tendencia en la que las principales mejoras de salud solo llegan en modelos pares de Apple Watch.