Se acercan las navidades, y alguno de nosotros siempre tiene en mente algún gadget que le encantaría que le trajeran los Reyes Magos o Papá Noel. Al igual que los adultos, los niños también desean dispositivos tecnológicos. Vivimos en la era digital.
A principios de año, hubo unas declaraciones de Tim Cook que hablaba sobre la adicción a la tecnología. Muchas veces pensamos que estos problemas solo aparecen en la gente joven, y no es así.
Cuando asesoro a alguna marca, uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es a la transformación digital. Muchas personas siguen con la idea – errónea – que con su edad ya no están para manejar las redes sociales, que su empresa no necesita tener presencia digital, o que son mayores para usar tal o cual dispositivo.
No nos equivoquemos: sí es posible.
Tres historias, tres realidades
En las últimas semanas, me han sucedido varios hechos aislados que denotan cómo, con una mente abierta, cualquiera puede disponer de tecnología. Dos de las historias tienen un dispositivo en común: Los AirPods.
El primer encuentro fue con una persona mayor en un semáforo hace unas semanas. Mientras yo estaba escuchando música y esperando a cruzar, una señora me «golpea» dos veces en el brazo para hablarme. Me decía que qué era lo que llevaba en los oídos y que si era para escuchar mejor. Que ella tiene problemas de oído. Le expliqué lo que era y me preguntó dónde los podía comprar.
El siguiente caso fue, en esta ocasión, un señor mayor mientras tomaba un café en un bar. Me preguntó que cómo podía ser posible que no tuviera cables para escuchar y hablar por ellos. Después, seguimos la conversación explicándole, de manera muy sencilla, cómo funciona la conexión inalámbrica. A lo que el hombre me soltó: «me vendrían muy bien para escuchar la tv por la noche y no molestar a los vecinos. ¿también valen?». Le expliqué, a grosso modo, que hay marcas de TV que sí admiten auriculares inalámbricos y otros que no. Que debería ver el manual o preguntarlo en la tienda. Y, al igual que en la otra historia, me preguntó dónde podía comprarlos.
Dejando de lado que me parece uno de los grandes lanzamientos de Apple de los últimos años bajo la firma de Jony Ive, me sorprendió cómo ambas personas mayores estaban abiertas a conocer dicho dispositivo y querer tener unos iguales (o similares).
La última historia, me sucedió hace un par de meses donde, también un señor mayor, se me acercó mientras estaba preparando contenido para mecambioaMac en mi MacBook Pro (mid. 2010), y tomando un café. Aquel hombre, me preguntó: «¿y trabajas desde aquí? en mi época, esto era imposible. Qué gran avance poder usar esto en cualquier lado (señalando mi MacBook Pro)«. Obviamente, le contesté y mantuvimos una pequeña conversación durante varios minutos.
Tecnología al alcance de todos
Apple es una de las compañías que más esfuerzos está haciendo por facilitar el uso de los dispositivos para todas las edades. Hacer más simple un dispositivo tan complejo, conlleva muchas horas de estudio y trabajo de campo.
Una de esas premisas son las que ha hecho que, los «Today at Apple» estén abiertos a todo el mundo. Una experiencia de usuario única en las tiendas. No se trata sólo de vender, sino de ofrecer las herramientas necesarias para que sea fácil para todo el mundo.
Otro de esos proyectos, es su inversión en alfabetización digital en los centros educativos y el acercamiento a las herramientas necesarias tanto a escolares como a profesionales de la educación.
Ese concepto que inculcó desde el primer día Steve Jobs, y a día de hoy Tim Cook sigue con ese objetivo, Apple tiene la «obligación» de humanizar la tecnología. Dicho de otra manera: tan fácil vemos que un niño de 4 años es capaz de usar un iPad como una persona de 85 años estar haciendo un FaceTime con sus nietos o buscando información en el móvil en pleno viaje.
Los grados de usabilidad y accesibilidad que ofrecen los dispositivos de hoy en día (tamaños de letra, contrastes de colores, VoiceOver, etc…) permiten un gran abanico de opciones para todos, incluso a las personas con algún tipo de discapacidad.
Y ahora, cada vez con todo lo que está llegando con referencia al IoT (Internet de las cosas),
Una mente abierta
Así pues, como en muchas de las cosas que nos proponemos en nuestra vida (objetivos, logros, metas, retos…), todo empieza por tener una mente abierta para quitar ese límite y empezar a convencernos de que podemos hacer lo que nos propongamos.
Las historias que os he contado son de personas que tienen actitud y una mente abierta para usar las nuevas tecnologías. Y seguro que, como las mías, vosotros también tendréis alguna que contar.